Cuando era pequeña solía despertarme temprano en esos veranos cuando la luz entraba bonita bonita por las cortinas de la mampara de mi sala, temprano cuando nadie hablaba, nadie pensaba... sólo pensaba yo, pensaba que con convicción y cerrando mis ojos fuertecito podría volar. Me paraba en una silla, frente a la mampara, cerraba los ojos fuerte fuerte fuerte fuerte y saltaba... esperando a las alas.