martes, 7 de julio de 2009

Pequeño relato sobre una doncella

Lejos en el espacio pero en esta galaxia,
a dos Lunas de la morada del Principito;
ese era su hogar,
el de la muchacha de la cabellera larga,
la de los ojos rojos.
Pertenecía a un grupo solitario,
aquel del que todos en algún momento pertenecemos.
Con el corazón un poco roto y cojo,
con los labios secos por palabras olvidadas
¿Dónde está tu principe?
Nunca apareció.
Quizás estás destinada a un mortal querida luz,
quizás eres más mortal que nadie.




A Carla y su cabellera larga.