viernes, 27 de noviembre de 2009

Mi primer pago

Hoy recibí mi pequeño y bien trabajado primer sueldo cachueleado, entre clases dadas y traducciones apresuradas. Mi sueldillo... mi pequeña y hermosa paga cayó en mis manos y murió la chica clase mediera y nació superman. Nadie me detenía, las calles eran mías. Mi autoestima y mi presencia se inflaron, ya no era la chica que camina desapercibida por las calles, ahora era la chica que camina con dinero en la billetera y tiene el poder. Llamé a una amiga para que me haga compañía e invitarle algo porque: yo tenía plata. Y después de tres horas de compras compulsivas terminé camino a casa como la chica clase mediera de siempre: sin un sol en el bolsillo.


Y con eso afirmé la frase que mi muy inteligente chico me dijo en el micro:
El trabajo no dignifica a la gente: el dinero lo hace.
Interesante.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El gran concierto de Enrique Bunbury

Día: 22 de Octubre
Hora: 21:12 pm
Locación: Explanada del Monumental
Comentario: De la puta madre


"Bienvenidos al club de los Imposibles..." Y con esta frase el concierto dio rienda suelta. Canciones de todos los discos, incluyendo algunos de Héroes del Silencio, y tiempos. Tuve la suerte de encontrarme en la primera zona y tenerlo a menos de 5 metros de distancia. Grité, salté, canté, me divertí... sentí. Se acabó la batería de la cámara pero no la de mi memoria, cosa curiosa ya que yo a veces no logro ni recordar las cosas más elementales; recuerdo cada segundo de una manera casi vívida y muy emotiva. El bajo me hacía vibrar (literalmente) ya que tenía el parlante directamente a la oreja y además tenía a unas 20 personas a mi alrededor próximo que también vibraban debido a las ondas del bajo y por causa de ello el efecto de este se hacía más intenso e inclusive incómodo... o quizás también, como me dijo alguien: "más interesante"


Algo similar me ocurrió en el concierto de Oasis, algo que supongo le ocurre a muchos otros, es el hecho de ligar ciertas melodías o canciones con sentimientos y/o momentos pasados, los cuales hacen de esa canción algo más especial. Y pues, me pasó con "El rescate". Recordé mi carpeta blanca, un asiento de bus pegado a la ventana y la tan bonita Lima cubierta de neblina. Pensar que todos esos recuerdos me los trajo un español cuarentón de Zaragoza (quien por cierto hasta la fecha se encuentra extremadamente guapo). Cosa extraña, y citando a la sra Martin: ¡Qué curioso!

Gracias Enrique, bonita noche nos pasamos ¿verdad?








PD: Yo sé que me miró

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Paradero

Estaba en el micro escuchando desde mi reproductor (nueva palabra sofisticada para referirme a mi mp3 y añadirle elegancia a este) El mismo dolor y por supuesto, como siempre, apliqué a mi tan ávida manía de sentarme junto a una ventana y abrirla a pesar de que sea invierno (aunque la verdad eso lo hace mucho más placentero) y tan sólo mirar la calle a ver con qué me encuentro. Para mi suerte tuve un hallazgo muy interesante: una mujer sentada en un paradero, moviéndose hacia adelante y hacia atrás y al parecer cantaba en voz muy baja. Tenía puesto un camisón blanco con bolsillos negros, cola de caballo de cabellos negros y plomizos muy despeinados, una boca con algunos dientes, un faldón azul oscuro y una locura muy obvia que se reflejaba en su comportamiento y en sus ojos. No paraba de balancearse y de mirar hacia algún lugar que estoy segura es desconocido por todos, hasta por mí. Toda persona que pasaba por ahí miraba a esa mujer con antipatía, rechazo e incomodidad. Nadie se le acercaba, y todos se aseguraban de que no se note que por unos segundos ellos desviaban la mirada hacia el delgado cuerpo de la cantante loca de la cual todos se alejaban. ¿Por qué se apartaban? Ella me parecía muy interesante y además, ¿quién soy yo para discriminar a un lunático?, nadie ha probado aún que no lo soy.

Dos minutos después el semáforo cambió a verde y mi transporte arrancó velozmente, dejando a esa peculiar mujer enloquecida atrás. Si alguien más en ese momento hubiese tenido mis ojos, habría visto las grandes alas que le dibujé y cómo cada uno de sus movimientos concordaban con la música en mis oídos. Quizás sí estoy un poco enloquecida después de todo.



Inimaginables cosas encuentras en esta ciudad.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

En un taxi

Eran ya las seis de la tarde, tenía que llegar a casa a las cinco y media así que tomé un taxi a ver si me sacaba del apuro. El conductor era todo un personaje, el "panameño", que al principio lo confundí con un colombiano... después lo tildé de venezolano y al final pues terminó siendo de Panamá y me cagó. Taxista de medio tiempo y muy buen estafador de policías, pero aún tiene la esperanza de que la chica que recogió el día anterior le devuelva el celular de su hermana. Parecía que le gustaba vivir aquí pero al preguntárselo me respondió con un: "Perdón porque sé que eres peruana, pero el Perú para mí es una mierda". Mi pregunta fue obvia: "Qué haces aquí entonces" - "La verdad no lo sé, yo debería ser un abogado en España pero soy taxista en Perú"

Y con esa frase el silencio fue creado y la música comenzó a sonar más fuerte que de costumbre. El mundo está lleno de taxistas peruanos que debieron ser abogados españoles, felizmente yo aún no sé conducir.



martes, 7 de julio de 2009

Pequeño relato sobre una doncella

Lejos en el espacio pero en esta galaxia,
a dos Lunas de la morada del Principito;
ese era su hogar,
el de la muchacha de la cabellera larga,
la de los ojos rojos.
Pertenecía a un grupo solitario,
aquel del que todos en algún momento pertenecemos.
Con el corazón un poco roto y cojo,
con los labios secos por palabras olvidadas
¿Dónde está tu principe?
Nunca apareció.
Quizás estás destinada a un mortal querida luz,
quizás eres más mortal que nadie.




A Carla y su cabellera larga.

martes, 5 de mayo de 2009

30.04.09 - 09:00pm - Estadio Nacional.

OASIS

La cantidad de asistentes a este concierto fue espectacular. Éramos más de 40mil personas cantando "Wonderwall" al unísono. Aunque solo duró 1hr y 53m (contados), fue completamente increíble. En cierto momento del concierto, cuando estaban cantando Songbird para ser más específica, recordé varias cosas pasadas y miré dónde estaba parada hoy y toda la gente a mi alrededor. Vaya camino que hemos recorrido, y vaya que a pesar de todo lo he disfrutado.
Gracias hermanos Gallagher.